
Sí, está que
arde, culpa del
calentamiento global, responsable de todos los
fenómenos meteorológicos extremos --el por qué te lo contaremos en otra entrada-- que no paran de sorprendernos. La
nevada de ayer (9 de julio 2007), en Capital y Gran Buenos Aires, no es otra que las expresiones audaces y provocativas de la Madre Naturaleza. El año pasado, el 26 de julio, lo fue el granizo, mucho menos glamoroso, con sus piedrotas furiosas y dañinas. Esta vez, hubo festejos (y... sí) con muñecos de nieve y todo. Grandulones que por unas horas nos conectamos con ese espíritu de asombro y candidez. Veremos qué nos depara la
Tierra recalentada versión 2008. Por las dudas, tengan bien a mano la cámara. (O el salvavidas).
* La foto de arriba está tomada en Acassuso y la de abajo, en plena avenida 9 de julio, ayer, 9 de julio (no es broma, así quedó el pastito que estaban poniendo).
1 comentario:
El granizo del 26 de julio me dejo el auto echo un colador, con la luneta trasera rota, yo lo veia impotente sin poder hacer nada. Y la nevada me agarro enferma ,veia nevar por la ventana, que suerte la mía!!!!!
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